NUEVA HISTORIA
"Absent"
SINOPSIS: No hay dos personas en el mundo que se
puedan amar más que Ernesto y Luisa, son el uno para el otro, en todo el
sentido de la palabra. Y se van a casar.
Todo parece por fin perfecto, hasta que
Ernesto despierta aquella mañana, después de la noche de Luna de miel...
Esta historia es totalmente ficticia. Esta
historia ha venido rondando mi mente hace unos días, pero no la veía tan clara
hasta hoy, admito que no será más que unos tres o cuatro capítulos, que prometo
terminar sí o sí, así solo tenga un solo fiel lector ♥
Sé que la misma idea de esta historia podría
sonar un poco perturbadora, nació con el afán de crear un sentimiento o una
idea, de ¿Qué pasaría si las personas que amamos simplemente desaparecen o no
nos recuerdan? ¿Qué pasaría con nosotros si solo se alejan? ¿A donde irán?
Ya, tal vez esta historia parezca un poco
desequilibrada, (Comprendan, acabo de terminar de leer Cuidad de Fuego
Celestial) J
CAPITULO UNO
A Ernesto no le cabía la duda de que Luisa lo
amaba más de lo que él alguna vez podría amarla, pero no significa que él no la
amara con toda su alma, porque eso hacía, amaba a Luisa en maneras de las que
nunca se imaginó podría amar a alguien y Luisa a su vez, amaba a Ernesto con
cada parte de su ser, estaba completamente segura que nunca volvería a amar
alguien de la misma forma que amaba a Ernesto.
Y ahí estaban ellos dos dándose un beso en el
altar luego de que el juez los declarara marido y mujer, luego ellos bailaron
su primer vals como esposos y luego cada uno con sus padres y amigos, todos
aquellos que los veían, regresaban a sus hogares con la creencia inaudita de
que el amor existía.
Los flamantes esposos se retiraron a su
alcoba, en un hotel cinco estrellas, la suite de matrimonios, con la cama llena
de pétalos de rosa, Luisa enrollo la corbata de su esposo en la manija de la
puerta, siempre había visto hacer eso y ella había querido hacerlo, por primera
vez no le importaba y hasta quería que todo el mundo supiera que tras esa
puerta ella estaba teniendo sexo con su esposo Ernesto, el hombre que más
amaba.
Aquella noche Luisa se entregó por completo a
Ernesto, claro que antes de casarse ya habían pasado por la alcoba muchas
veces, pero esta vez era diferente, no había ni una pisca de reprensión en la
mente de Luisa, ella quería hacerlo con toda el alma y con todo el cuerpo,
quería entregarse a Ernesto; antes había tenido preocupaciones mientras se
entregaba a su entonces novio, ¿Y si quedo embarcada? ¿Nuestros estudios? ¿Tienes
examen mañana? ¿Esto es correcto? Nunca se había entregado por completo, hasta
ahora, mientras Ernesto jadeaba a su costado, ella supo que él se había dado
cuenta que ahora ella era toda suya.
Horas después cuando no les quedo energía para
seguir besándose o fusionándose el único
con el otro, Luisa reposo la cabeza sobre el pecho de su esposo y se quedó
dormida, Ernesto hizo lo mismo por su parte.
Esa mañana, Ernesto se despertó con el resplandor
del amanecer filtrándose por las grandes
ventanas de la suite, no cabía duda que Luisa ya se había levantado y las había
abierto, ella siempre solía hacer eso.
La cama
esta toda desentendida y Luisa ya se había
despertado, la llamo por su nombre pero no le respondió, Ernesto aún estaba
desnudo así que enrollo la sabana como una bata y salió a buscarla, las
pantuflas de Luisa estaban en la puerta del baño, supuso entonces que Luisa estaba
en el yacusi que por cierto se moría de ganas por hacerlo ahí con ella, siempre
había sido una fantasía compartida de ellos dos, en sus años de novios, cuando
corrió la puerta, Luisa no estaba ahí, pero la crema dental, estaba en el caño
y también el peine de Luisa. ¿Se había arreglado y se había ido? Imposible,
pensó Ernesto, Luisa nunca se iba a un lugar sin avisarle, y mucho menos haría
eso, el día después de su luna de miel, nada que ver.
Volvió a la habitación y sentó sobre la cama,
el lado donde se había acostado su esposa, todavía tenía su perfume, tomo el
teléfono y llamo al lobby, pregunto si su esposa había pedido ya el desayuno, o
si había bajado, ellos respondiendo que no, Luisa no había llamado y tampoco la habían
visto bajar.
Ernesto paseo la habitación llamándola suavemente,
y luego un poco preocupado, tal vez se está escondiendo, pensó, está jugando,
Luisa siempre había sido esa novia juguetona con él, aunque ya está broma
estaba pasando de la gracia, pero Luisa no estaba por ningún lado de toda la
suite, regreso al cuatro y se vistió y bajo a recepción, pregunto hasta el
vigilante de la puerta y al parecer no la habían visto bajar.
Ernesto se quedó esperando en el lobby media
hora más, si Luisa había salido sin que nadie la viera, a lo mejor tenía que
irse a comprar tampones o cosas de mujeres, algo que le daba vergüenza que
Ernesto se entere, él la esperaría ahí, cuando regresara, pero la media hora se
convirtió en una hora y esa hora, luego en dos. Ernesto volvió a la habitación,
el celular de Luisa reposaba junto con el suyo en la mesa de noche, se permitió
en ese momento sentirse desesperado, llamo a los padres de Luisa, para preguntar
si ella antes los había llamado, pero nada, Luisa no se había comunicado con
ellos, ni con nadie al parecer.
Siguieron pasando las horas y Ernesto fue a la comisaria para poner la denuncia por su
esposa desaparecida, pero los policías le dijeron que tenían que pasar 42 horas
aun para poner la denuncia. Ernesto no podía imaginar pasar 42 horas en la agonía
de que le había pasado a Luisa, era obvio que la habían alejado de él en contra
de su voluntad, por que no existía en su mente ni una sola razón por la que
Luisa lo dejaría después de su luna de miel. Era inconcebible.
Tuvieron que pasar las 42 horas para que con
la policía vieran los videos de las cámaras de seguridad del hotel.
Ernesto no despegaba los ojos de la cámara y
Luisa no aparecía por nada hasta las 5:43am, Luisa vestía un pantalón y llevaba
el pelo suelto, 5:43, era la hora en que ella salía del hotel, sin voltear atrás,
sin dejar una nota a su esposo, sin decir nada a nadie.
¿Adónde se había ido Luisa?
¿Qué les parece? Díganme que piensan que le
paso a Luisa… les dejo un adelanto del próximo capitulo.
Fragmento:
“La hoja se le deslizo de la manos de Ernesto,
una hoja impresa que habían deslizado por su puerta ese día, no tenía remitente
y había sido escrita en una computadora, una hoja impresa, una simple hoja… las
letras le seguían rebotando en la mente…”
Me encanto *-* Y lo sabes, muy buena historia, continuala, si tuviera libro la hubiese devorado ya ;)
ResponderEliminarMe gusta mucho, me parece muy interesante, y lo has dejado con mucha intriga.
ResponderEliminarEs tan extraño el hecho de que Luisa se fuera así como si nada justo después de la
luna de miel. Me ronda por la cabeza la idea de que alguien a tenido algo que ver con esto,
alguien le debió dar alguna droga o algo, pero la razón de porque alguien haría algo
así, de lo que pudiera querer conseguir con ello, no la tengo muy clara. Habrá que esperar
al siguiente capitulo, que espero que sea pronto! *-*
Exitos en todo!... =)
ResponderEliminarHola Flor, la historia me ha dejado intrigada, me gusta esta idea de misterio. SSaludos :)
ResponderEliminar