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Nueva Historia "Absent" CAPITULO 01

NUEVA HISTORIA 


"Absent"

SINOPSIS: No hay dos personas en el mundo que se puedan amar más que Ernesto y Luisa, son el uno para el otro, en todo el sentido de la palabra. Y se van a casar.

Todo parece por fin perfecto, hasta que Ernesto despierta aquella mañana, después de la noche de Luna de miel...



Esta historia es totalmente ficticia. Esta historia ha venido rondando mi mente hace unos días, pero no la veía tan clara hasta hoy, admito que no será más que unos tres o cuatro capítulos, que prometo terminar sí o sí, así solo tenga un solo fiel lector

Sé que la misma idea de esta historia podría sonar un poco perturbadora, nació con el afán de crear un sentimiento o una idea, de ¿Qué pasaría si las personas que amamos simplemente desaparecen o no nos recuerdan? ¿Qué pasaría con nosotros si solo se alejan? ¿A donde irán?

Ya, tal vez esta historia parezca un poco desequilibrada, (Comprendan, acabo de terminar de leer Cuidad de Fuego Celestial) J




CAPITULO UNO






El día de la boda, fue tal vez el más perfecto de las vidas de Ernesto y Luisa,  por fin se casarían después de seis años, de sentir que estaban predestinados, durante seis años, la familia, el trabajo, los estudios y la distancia habían hecho mella en su amor, pero aquí estaban ellos dos por fin, poniendo un alto a todo esto y dándose el sí.

A Ernesto no le cabía la duda de que Luisa lo amaba más de lo que él alguna vez podría amarla, pero no significa que él no la amara con toda su alma, porque eso hacía, amaba a Luisa en maneras de las que nunca se imaginó podría amar a alguien y Luisa a su vez, amaba a Ernesto con cada parte de su ser, estaba completamente segura que nunca volvería a amar alguien de la misma forma que amaba a Ernesto.

Y ahí estaban ellos dos dándose un beso en el altar luego de que el juez los declarara marido y mujer, luego ellos bailaron su primer vals como esposos y luego cada uno con sus padres y amigos, todos aquellos que los veían, regresaban a sus hogares con la creencia inaudita de que el amor existía.

Los flamantes esposos se retiraron a su alcoba, en un hotel cinco estrellas, la suite de matrimonios, con la cama llena de pétalos de rosa, Luisa enrollo la corbata de su esposo en la manija de la puerta, siempre había visto hacer eso y ella había querido hacerlo, por primera vez no le importaba y hasta quería que todo el mundo supiera que tras esa puerta ella estaba teniendo sexo con su esposo Ernesto, el hombre que más amaba.

Aquella noche Luisa se entregó por completo a Ernesto, claro que antes de casarse ya habían pasado por la alcoba muchas veces, pero esta vez era diferente, no había ni una pisca de reprensión en la mente de Luisa, ella quería hacerlo con toda el alma y con todo el cuerpo, quería entregarse a Ernesto; antes había tenido preocupaciones mientras se entregaba a su entonces novio, ¿Y si quedo embarcada? ¿Nuestros estudios? ¿Tienes examen mañana? ¿Esto es correcto? Nunca se había entregado por completo, hasta ahora, mientras Ernesto jadeaba a su costado, ella supo que él se había dado cuenta que  ahora ella era toda suya.

Horas después cuando no les quedo energía para seguir besándose  o fusionándose el único con el otro, Luisa reposo la cabeza sobre el pecho de su esposo y se quedó dormida, Ernesto hizo lo mismo por su parte.

Esa mañana, Ernesto se despertó con el resplandor del amanecer filtrándose por las  grandes ventanas de la suite, no cabía duda que Luisa ya se había levantado y las había abierto, ella siempre solía hacer eso.

La  cama esta toda desentendida y  Luisa ya se había despertado, la llamo por su nombre pero no le respondió, Ernesto aún estaba desnudo así que enrollo la sabana como una bata y salió a buscarla, las pantuflas de Luisa estaban en la puerta del baño, supuso entonces que Luisa estaba en el yacusi que por cierto se moría de ganas por hacerlo ahí con ella, siempre había sido una fantasía compartida de ellos dos, en sus años de novios, cuando corrió la puerta, Luisa no estaba ahí, pero la crema dental, estaba en el caño y también el peine de Luisa. ¿Se había arreglado y se había ido? Imposible, pensó Ernesto, Luisa nunca se iba a un lugar sin avisarle, y mucho menos haría eso, el día después de su luna de miel, nada que ver.

Volvió a la habitación y sentó sobre la cama, el lado donde se había acostado su esposa, todavía tenía su perfume, tomo el teléfono y llamo al lobby, pregunto si su esposa había pedido ya el desayuno, o si había bajado, ellos respondiendo que no,  Luisa no había llamado y tampoco la habían visto bajar.

Ernesto paseo la habitación llamándola suavemente, y luego un poco preocupado, tal vez se está escondiendo, pensó, está jugando, Luisa siempre había sido esa novia juguetona con él, aunque ya está broma estaba pasando de la gracia, pero Luisa no estaba por ningún lado de toda la suite, regreso al cuatro y se vistió y bajo a recepción, pregunto hasta el vigilante de la puerta y al parecer no la habían visto bajar.

Ernesto se quedó esperando en el lobby media hora más, si Luisa había salido sin que nadie la viera, a lo mejor tenía que irse a comprar tampones o cosas de mujeres, algo que le daba vergüenza que Ernesto se entere, él la esperaría ahí, cuando regresara, pero la media hora se convirtió en una hora y esa hora, luego en dos. Ernesto volvió a la habitación, el celular de Luisa reposaba junto con el suyo en la mesa de noche, se permitió en ese momento sentirse desesperado, llamo a los padres de Luisa, para preguntar si ella antes los había llamado, pero nada, Luisa no se había comunicado con ellos, ni con nadie al parecer.

Siguieron pasando las horas y Ernesto fue  a la comisaria para poner la denuncia por su esposa desaparecida, pero los policías le dijeron que tenían que pasar 42 horas aun para poner la denuncia. Ernesto no podía imaginar pasar 42 horas en la agonía de que le había pasado a Luisa, era obvio que la habían alejado de él en contra de su voluntad, por que no existía en su mente ni una sola razón por la que Luisa lo dejaría después de su luna de miel. Era inconcebible.

Tuvieron que pasar las 42 horas para que con la policía vieran los videos de las cámaras de seguridad del hotel.

Ernesto no despegaba los ojos de la cámara y Luisa no aparecía por nada hasta las 5:43am, Luisa vestía un pantalón y llevaba el pelo suelto, 5:43, era la hora en que ella salía del hotel, sin voltear atrás, sin dejar una nota a su esposo, sin decir nada a nadie.

¿Adónde se había ido Luisa?






¿Qué les parece? Díganme que piensan que le paso a Luisa… les dejo un adelanto del próximo capitulo.


Fragmento:

“La hoja se le deslizo de la manos de Ernesto, una hoja impresa que habían deslizado por su puerta ese día, no tenía remitente y había sido escrita en una computadora, una hoja impresa, una simple hoja… las letras le seguían rebotando en la mente…”

Comentarios

  1. Me encanto *-* Y lo sabes, muy buena historia, continuala, si tuviera libro la hubiese devorado ya ;)

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  2. Me gusta mucho, me parece muy interesante, y lo has dejado con mucha intriga.
    Es tan extraño el hecho de que Luisa se fuera así como si nada justo después de la
    luna de miel. Me ronda por la cabeza la idea de que alguien a tenido algo que ver con esto,
    alguien le debió dar alguna droga o algo, pero la razón de porque alguien haría algo
    así, de lo que pudiera querer conseguir con ello, no la tengo muy clara. Habrá que esperar
    al siguiente capitulo, que espero que sea pronto! *-*

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  3. Hola Flor, la historia me ha dejado intrigada, me gusta esta idea de misterio. SSaludos :)

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