Ir al contenido principal

"Una corta Historia de amor"





Era un pleno de día de verano, y él había ido a la playa  a surfear con unos amigos no había esperado encontrarla, pero ahí estaba ella conversando alegremente con otro, un chico alto, de bíceps bien definidos, paso por su lado, y ella le vio, le saludo con la mirada, pero no le dijo más nada.

“Serán solo amigos”, pensó, una y otra vez, pero no sacaba de su mente la mirada de ella, tan relajada, tan llena de brillo, como la primera vez que la vio, con la diferencia que ahora ella mirada a otro así y ya no a él.

Tuvo miedo de haber echado a perder todo y si así era, ya no había remedio. Era seguro que ninguno fue el primer amor del otro, pero habían sido algo, y ahora eran más que unos conocidos que se saludaban cuando se encontraban en la calle; ella había marcado su vida de una forma que no poda explicarse, siendo casi nada, había abarcado casi su todo, y ahora se sentía un poco vacío sin ella, sin su sonrisa, sus ojos azules examinándole el alma. La extraño.

Pero tenía que olvidarla, ella no había sido más que el amor de unos días, las ilusiones dignas de ser vividas, pero era solo eso, tenía que seguir con su vida, tal vez en el camino más adelante encontraría alguien y si no lo hacía, no importaba, tenía el mar y sus olas, y una tabla de surf para abrigarse las penas.

Estaba decidido a olvidarla, pero entonces quiso dejar constancia de que ella había existido en su vida, no tan fugaz como una estrella, pero con la suficiente fuerza como para querer hacerle cumplir todos sus sueños, pero el sueño había terminado y había sido uno hermoso, pero como no duradero se había extinguido, era hora de aceptarlo y continuar, era hora de pasar la página ya. Y por eso le escribió.



¿Cómo estás?

A puesto que has estado esperando esto, este momento, lo juro, casi puedo verte leyendo esto, querida mía. Como me echas de menos, pero te resistes. Siempre has sido la más fuerte de nosotros dos, ¿Por qué tus reacciones ahora aun me sorprenden?, supongo que, siempre has tenido esa facultad, la habilidad de explorar mis miedos, mis sueños,  mis dudas y desnudarme el alma, querida mía, siempre has sido tan hábil.

Pero ahora ya no somos más dos, casi puedo jurar, que piensas en mi tanto como antes, pero te limitas, me pregunto, si cuando pasas por mi calle con tu bicicleta, no te detienes un momento a ver si consigues verme por mi ventana, a veces lo creo, solo a veces me permito tener esperanzas para contigo.

Hoy he mirado mis bolsillos y me he dado cuenta que no tengo ninguna promesa tuya ¿Es que nunca me hiciste una? Que ingenuo fui todo este tiempo, prometiéndote tantas cosas, promesas que aunque en su momento no dude en cumplirlas, hoy solo parecen rocas en mi playa.

Tú eres hermosa, ¿Cómo no iba enamorarte de ti?, aquella noche en el parque ¿Dime como habría podido protegerme de tus encantos? Sabes bien que es imposible, así que ahí estaba yo, como un tonto cayendo en la trampa, enamorándome de la miel que derramabas con cada palabra que salía de tu boca. Y como vez, no tuve alternativa.

Pero hoy tengo alternativa, hoy estoy decidiendo que aunque sigamos viviendo en el mismo barrio, lo nuestro (sí, mira que iluso soy, aun digo lo nuestro) se acabó, solo seremos los buenos vecinos que pudimos haber sido, pero no lo fuimos, ahora lo seremos. Espero estés contenta con eso.

¿Y cómo terminamos entonces? Nunca fuimos nada, y sin embargo teníamos algo, ¿Cómo le ponemos fin a esto? No espero que respondas, seguro y no tienes ni idea, igual que yo, tal vez un “Hasta mañana” este bien para nosotros dos.

Cuídate.

Postada: Sin resentimientos ¿Por qué no ser unos buenos vecinos?  Vamos, creo que tú y yo, podemos eso.

Atte.
El surfista.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Escala de Grises

Escala de Grises   La vida hace tiempo dejó de tener color, La vida es una paleta donde el blanco ya no es blanco, Ni el negro es negro. Ahora todo es una escala de grises, Un blanco ennegrecido, un negro no oscuro No tan fuerte que el amor ya no es amor.   El amor fue alguna vez, algo en lo que ella creyó, Algo con lo que soñó, el amor es tal vez Rojo como la sangre, como el color se que abre paso a través de una herida, En el nacimiento o en la carencia de ella frente a la muerte, Si hay un color para la sangre o la vida, ese debe ser el rojo, En una paleta de grises no hay lugar para ese color.   La emoción debe ser amarilla, Como lo fueron los rayos del sol que entraron antes por su ventana, Ahora todo lo que ilumina su ventana es un gris, Un invierno en el que vive permanentemente. La emoción como tal, hace mucho tiempo que no la siente, Si alguna vez lo hizo, hoy no es más que un recuerdo.   La costumbre es el color más cercano al negro, Ese color que se abre paso cuando las

Saberse amado y sentirlo, ya no es lo mismo...

Amar y sentir amor, quien podría decir que son tan diferentes Saberte amado y sentirlo Ya no es lo mismo. Estoy aquí sabiendo que me ama Pero sintiendo que no lo hace ¿Es posible eso? ¿Tiene alguna lógica? ¿Tiene sentido acaso? Apenas si lo tiene para mí, Mi mente me contradice, me dice que es contraproducente ¿Y entonces por qué no siento que me ama? Sé que me ama, de alguna manera lo sé, Creo que lo veo en sus ojos y sus acciones demuestran Que se preocupa por mí, que me ama, yo supongo... Pero cada mañana, tarde y noche, él no se acerca a mí Y yo encuentro refugio en estas páginas Y en canciones que me rasgan, y estoy versos sin sentido son mi única compañía, tal vez ya no estoy cuerda pero algo ha cambiando en estos últimos días me canse de rogarle una caricia, me da vergüenza pedirle que me acaricie, y más vergüenza me da, por que no lo hará.   Anoche como otras ya pasadas me armé de valor, escondí no muy bien la vergüenza y sin mirarle el rostro le dije que le esperaba en la cama

Mendigando amor...

Hoy la tristeza se metió entre las sabanas y se alojó muy cerca de su almohada, Susurrándole, mintiéndole con la verdad, Engañándola con la esperanza, ¿Qué éramos, qué soy? Ella se pregunta, Mientras siente, si es que acaso aun su corazón no se ha secado Se canso de esperar, y sin embargo continuaría esperando si hubiera tan solo una certeza de que algo sucederá; Un cuento, ahora, casi ríe de tristeza, Pensó años atrás, antes que las arrugas empezaran aparecer en su rostro Soñó, claro que sí, Con que su vida seria un cuento de hadas, Nada más alejado de la realidad. Ella imaginó cómo solo una tonta chica ilusionada lo podía ser, Pensó que cada día el hombre con el que se casó La llenaría de besos por las tardes, que cada noche la seduciría Y por que no, ella se haría la difícil aunque arda de deseos; Ella soñó que cada mañana estarían llenas de besos, Pero vamos, sabemos que todo no podía ser así Era obvio que tendría que haber peleas, tardes frías, no